EL SEXO ANAL, EL PLACER DE LO PROHIBIDO

El sexo anal es una de las múltiples maneras en la que se manifiesta la sexualidad humana. Siempre que no exista una imposición y que no se lleve a cabo para complacer a la pareja sin realmente desearlo o disfrutarlo, el mismo puede realizarse sin ninguna consecuencia negativa. Lo importante del hecho es que debe ser una decisión consensuada, donde ambos miembros de la pareja estén de acuerdo.


Hay una serie de consideraciones que deben ser tomadas en cuenta para poder tener sexo anal de forma adecuada y segura:


• La comunicación de la pareja es de vital importancia, tanto para la persona que penetra, como para la que es penetrada. Debe haber plena libertad de comunicar a la pareja lo que se siente:

- Si causa dolor.

- Si la penetración es muy rápida o muy lenta.

- Si la penetración puede ser parcial o completa.



• La vagina produce su propia lubricación, y la saliva sirve de lubricante para la boca. El ano, sin embargo, no tiene lubricación y su función primordial es de absorber. Es por esto que algunos medicamentos se utilizan vía anal, en supositorios. El uso de lubricantes facilita el sexo anal pues disminuye la fricción y la vez las posibilidades de desgarramiento o incomodidad.



• El uso del preservativo es imprescindible en el sexo anal. Dada su capacidad de absorción, el ano es una vía fácil de penetración del virus del VIH, causante el SIDA.


• No se debe tener relaciones anales y luego vaginales con el mismo condón, porque se contamina la vagina con los gérmenes del ano, produciendo infecciones difíciles de tratar.


• La paciencia en el sexo anal es de vital importancia. La penetración debe hacerse suavemente. Las caricias ayudan a liberar la tensión que genera una primera experiencia, e incluso puede haber penetración con los dedos antes de la penetración con el pene.


Toda actividad sexual debe ser placentera, realizada por mutuo consentimiento y sobre todo segura. Las preferencias sexuales de cada pareja deben ser respetadas y mantenidas en la intimidad. Lo convencional o lo normalmente aceptado tiende a distorsionar a veces la verdadera naturaleza de determinadas acciones. El sexo anal es posible y placentero si se lleva a cabo de manera segura. El disfrute del mismo es muy individual y particular, y es sólo una de la infinidad de formas en la que una pareja puede encontrar placer sexual.


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