Consumir poca sal también afecta al corazón

Un nuevo estudio muestra que, a la hora de hablar del consumo de sal, más que pensar en drásticas reducciones hay que lograr un delicado equilibrio. Aseguran que en aquéllas personas que sufren una enfermedad cardíaca o padecen de diabetes, un déficit de sal podría ser casi tan peligroso como un exceso, causando hospitalizaciones, y hasta la muerte

Para llegar a esta conclusión, los científicos realizaron durante cuatro años análisis de orina para observar la presencia de sal y potasio a 30,000 hombres y mujeres con enfermedad cardíaca o en alto riesgo de enfermedad cardíaca.

Y comprobaron que el consumo bajo de sal también aumentaba el riesgo de muerte.


Informe oficial sobre la sal

“Reducir la cantidad de sal sigue siendo muy importante para las personas que consumen más de 6,000 o 7,000 miligramos de sodio al día”, señaló el Dr. Martin O’Donnell, profesor de la Universidad de McMaster en Canadá y autor líder del estudio.

Pero los que ya usan cantidades moderadas o promedio de sal quizás no tengan que reducir más su ingesta, explicó O’Donnell.

“Cada vez vemos más que podría haber una cantidad moderada óptima de sal que la gente deba consumir”, apuntó el Dr. John Bisognano, profesor de Medicina y director de Cardiología Ambulatoria del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York.

Tras años en que todo el mundo parecía estar felizmente de acuerdo en que las personas debían reducir la ingesta de sal, los expertos ahora comienzan a debatir si un consumo más bajo es en realidad bueno para todos.

Cuestionan que la sal sea nociva para el corazón

Otro estudio reciente halló que aunque reducir la sal sí disminuye la presión arterial, también podrían aumentar los niveles de colesterol, triglicéridos y otros factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.

Sin embargo, los expertos coinciden en que no quieren dar un mensaje equivocado: no se trata de que ahora se puede consumir más sal. “Pero usar la medida adecuada de sodio es un aspecto de la salud cardíaca”, apuntó Karen Congro, directora del Programa de Bienestar del Centro Hospitalario de Brooklyn en Nueva York.

Las nuevas directrices nutricionales de Estados Unidos recomiendan que las personas a partir de los 2 años limiten la ingesta diaria de sodio a menos de 2,300 mg. A partir de los 51, todo el que tenga hipertensión, diabetes o enfermedad renal crónica debe considerar reducir a 1,500 mg al día.

Se calcula que el estadounidense consume un promedio de 3,400 mg de sodio al día.

El estudio canadiense aparece en la última edición de la revista Journal of the American Medical Association.

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