Una noche de diversión en un Club de la ciudad de NY, puede convertirse en pesadilla

Por Agustín de la Cruz, NY. -En el momento que usted toma la decisión de salir a disfrutar de una presentación artística en vivo.
Lo primero es que si desea ahorrarse la entrada de su acompañante deben llegar según la promoción antes de las 12AM, pero ojo la fila es enorme y abren las puertas a las 11:00PM, con frio, lluvia o calor.

Luego dentro, si estas corto de dinero tienes que preferir tragos o cerveza y estar dispuesto a pasar toda la noche de pie, pues los VIP son para peloteros o para quienes se lo ganan fácil, y si no hay confianza entre usted y su acompañante prepárese a pagar la bebida más cara de su vida pues en eso los dueños de clubes son despiadados.

Encontramos unos Dj’s que saben tanto de música como usted sobre la nasa, quienes además tienen complejo de Europeos al momento de Seleccionar la música, pues en su afán de mantener la pista llena se la pasa cada uno en su turno repitiendo los mismos temas sobre todo de mambo, olvidando que el merengue no es solo urbano. Razón por la que aseguramos que el DJ es el peor enemigo que tiene hoy día el Merengue.

Las horas transcurren y ya no te cabe más romo en la pansa o se te agotaron los pesitos para seguir Pidiendo tragos y lo único que se ve del artista que esperas son los instrumentos en la tarima y un animador que se ha pasado toda la noche anunciando su llegada en “breve” y en “Breve”….

El reloj marca las 3:15 de la madrugada y por fin ha llegado el que todos esperan y tu sin ánimo ni para aplaudir, decides seguir el coro pues no te devolverán lo que pagaste de entrada a sabiendas que te están estafando, si tomamos en cuenta que a las 4:00AM la policía entrará a pedir el cerrar el establecimiento.

Otro caso muy común es que te anuncian tres grupos y solo te presentan dos, pero lo más chistoso resulta escuchar al artista excusarse diciendo que quiere seguir tocando hasta el amanecer, pero no se lo permiten y entre saludos por el micrófono, desajustes técnicos, y unos músicos con los ojos en el pescuezo, te matan con un popurrí y finaliza invitándote a seguirlo en su próxima presentación.

En ese momento solo puedes enviarle todas las maldiciones posibles al establecimiento y al artista, asegurando el no regresar jamás y retirarte a disfrutar un desayuno gourmet en el Camión de Fritura más cercano. (SoyLatino.net).

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