Nuestra simpatía o disgusto con alguien influye en cómo nuestro cerebro procesa sus acciones, según demuestra un reciente estudio estadounidense. Observar los movimientos de alguien causa un efecto espejo; es decir, las partes de nuestro cerebro responsables del movimiento se activan al mirar a alguien moverse. LEER MAS
0 comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU COMENTARIO JUYE !!!