El usar los esmaltes de uñas es un ritual indispensable para las féminas, pero en ocasiones “abusamos demasiado de los esmaltes por querer cambiar constantemente de diseño de manicuras y eso hace que nuestras uñas se debiliten y se tornen amarillentas”.
“Los esmaltes hacen que nuestras uñas se debiliten y se tornen amarillentas”.
Del mismo modo, ocurre al exponer a las uñas en un constante contacto con la acetona o con los productos químicos. Por lo cual es recomendable no “utilizarlo más de dos veces al mes”.
Según publica el Diariofemenino se debe retocar el esmalte cuando se nos cuartee o nos crezca la uña, que despintarla y volverlas a pintar.
El portal también reseñó que la acetona seca las uñas y es un producto extremadamente tóxico.
“Entre los productos tóxicos que contienen los esmaltes de uñas encontramos el DBP, una toxina reproductiva que produce problemas de riñón y, no es recomendable para mujeres embarazadas. Tolueno, es otro de los productos que afectan al sistema nervioso generando fatiga, dolores de cabeza e irritación de ojos”, dice el artículo.
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