WASHINGTON. Las personas que recibieron palmadas o azotes en la infancia tienen mayores probabilidades de sufrir enfermedades mentales de adultos, como trastornos del estado de ánimo, ansiedad y problemas de abuso de alcohol y drogas, dijeron investigadores hoy.
El estudio, dirigido por científicos canadienses, es el primero en examinar el vínculo entre los problemas psicológicos y el castigo corporal, excluyendo abusos físicos o sexuales más graves a fin de evaluar mejor el efecto de estas formas de impartir disciplina.
Quienes recibieron palmadas o azotes de niños presentaron entre 2 y 7% más probabilidades de padecer problemas mentales más tarde, indicó la investigación publicada en la revista estadounidense Pediatrics, basada en una encuesta de más de 600 adultos en Estados Unidos.
Esa cifra puede parecer baja, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la mitad de la población estadounidense recuerda haber recibido alguna palmada en la infancia, pero muestra que el castigo físico puede aumentar el riesgo de trastornos en el futuro, dijeron los expertos. LEER MAS
0 comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU COMENTARIO JUYE !!!