Un tailandés no se resignó a que la muerte de su novia le impidiera “unir sus almas en la eternidad”.
Un tailandés se casó con el cadáver de su novia, muerta en un accidente de tránsito, para “unir sus almas en la eternidad”, en una ceremonia en el que la esposa yació ataviada de novia. La boda de Chadil Deffy, vestido con un traje y sombrero de copa negros y una pajarita blanca, y su novia Ann, se celebró el 4 de enero en la provincia de Surin, en el noroeste del país, en una ceremonia budista a la que asistieron sus familiares y amigos.
“Nuestro amor fue algo muy grande, pero por lástima no podemos viajar al pasado y cambiarlo. La vida es corta, hoy cumplo mi deseo y agradezco a todos los que están presentes”, manifestó el novio en la lúgubre ceremonia. El joven de 28 años envió una invitación a todos sus conocidos a través de su página de Facebook para el evento, que se celebró cuatro días después del accidente, ocurrido el día de Nochevieja.
La muerte está muy presente en la cultura budista, donde en los funerales los allegados hablan distendidamente y rara vez derraman una lágrima, mientras los monjes llegan a meditar sobre cadáveres para recordar lo efímera que es la vida.
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